BIOGRAFÍA DE JOSE LUIS GONZÁLEZ
Jose Luis
González Sánchez nació en Cabezón de la Sal el 2 de marzo de 1953.
Hijo de María y Luis (Pichi el zapatero); el mayor de cinco hermanos varones,
mejor dicho, cinco “animales”, ya que todos ellos pasaron de los 5 kg . al nacer, excepto el
pequeño, que se llama Benjamín, por expreso deseo de Jose Luis, que pesó 3
kilos y medio.
Aunque
apuntaba buenas maneras como futbolista, pues fue seleccionado para jugar con
la selección cántabra ya que era un buen central; por sugerencia de un señor de
Cabezón (Teli) del gremio de hostelería,
lo metieron el la Escuela
de Hostelería Santa Marta, aunque él, nunca manifestó su gusto por la cocina.
Pero por orgullo y amor propio se empleó a fondo en sacarlo. En la escuela
también fue parte integrante de un equipo de fútbol con su promoción, y jugaban
sus torneos. Desde el primer año que entró en la escuela, su profesor Alfonso
Franco, le llevaba con él los fines de semana de pinche al Hotel París, y era
el encargado de cargar los fogones de carbón y encender las cocinas, entre
otras cosas. También hacía las temporadas de verano en dicho Hotel. Una vez
terminado el primer grado en Santa Mata, marchó a la Escuela Superior de Madrid, en
la cual, por su fortaleza y tesón, le llamaban “el pasiego”. También desde el
primer día que llegó a la
Escuela de Madrid, empezó a trabajar los fines de semana para
costearse sus gastos e incluso mandar dinero a casa, para ayudar a la crianza
de sus hermanos, pues no había muchos recursos.
De su época en
la Escuela de
Madrid, siempre nombró mucho, por el buen recuerdo que tenía, a sus profesores
Garcés y Centeno, los cuales al cabo de los años, influyeron bastante en su
destino. Una vez terminado en la escuela de Madrid, ese verano trabajó en el
Club de Campo, como un auténtico animal, haciendo él sólo comida para 500
comensales diariamente; como será, que en una ocasión estuvo una semana entera
sin acostarse y el día que lo hizo, con un cigarro en la mano, se quedó dormido
y el colchón que era de espuma, ardió como una tea, sus compañeros tiraron el
colchón por la ventana a la piscina y él quedó en los muelles del somier, sin
ni tan siquiera enterarse, hasta 24 horas después que despertó, animaladas de
este tipo, hizo a lo largo de su vida, miles.
Después de
pasar esta etapa, se fue a trabajar a Cataluña, de lo cual no tenemos muchas
referencias. Allí pasó el tiempo hasta que se fue a la
Mili. Le destinaron a Burgos y después de
jurar bandera, estuvo de cocinero para un general y su mujer, junto con Pedro
Larumbe, así vivieron ellos, dos cocineros para dos personas, y encima el
matrimonio estaba a dieta. Jose Luis, no hacía más que leer novelas del oeste.
Un fin de semana que el general y su mujer marcharon de viaje, se quedaron
solos, mientras leía una novela, puso a cocer un bote de leche condensada, tan
enfrascado estaba en la lectura, que oía tiros, y era que reventó el bote, y
estuvo limpiando la leche condensada del techo de la cocina, todo un día.
Una vez
licenciado, y tras un bagaje de tres años, en varios puntos de nuestra
geografía y pasando por muchos fogones, volvió a Cabezón y junto con un
compañero de promoción, Jose Mari Peña, cogieron en renta, La Fonda
Atanasio , en la cual revolucionaron un poco la
gastronomía de la zona, por los buenos guisos de caza y los cientos de gatos y
burros que preparaba. Ya estamos en el año 1978, en el cual una tarde de
primavera junto con sus amigos Chema y Dorín salió a tomar un café a
Cabuérniga, pararon en Ruente, donde conoció a una muchacha, que regentaba una
pequeña tasca de pueblo, de la cual se prendó en cuanto la vio, 7 años más
joven que él, por lo cual ella no le conocía, aunque sí a sus otros hermanos, y
a su padre, ya que era cliente habitual por ser cazador. Paradojas de la vida,
Pichi, siempre dijo que esta muchacha tenía que ser nuera suya, para Luisito,
como familiarmente le llamaban, auque por edad, cualquiera de los hermanos
estaba más próximo a ella. Tal fue el flechazo, que todos los días a la misma
hora, los tres iban a ver a la mozuca, como él decía, y Marity que le seguía el
rollo, a medida que lo fue conociendo, lo fue queriendo más y se enamoró (y
quién no). Por esta época se quedó solo en la Fonda Atanasio , pues Peña se
marchó a trabajar al Hotel Vejo .Jose Luis además de llevar la fonda, trabajaba
por las noches en el restaurante OXFOR, preparando bodas, como siempre a lo
bestia.
En el otoño
del 79, dejó la Fonda
y marchó a trabajar al Hotel Risco de Laredo, con Zacarías Puente, gran
promotor de los quesos, cofrade y dirigente de la cofradía del queso.
El 13 de Abril
de 1980, se casó con Marity en la
Iglesia de Santa Maria Magdalena de Ruente, llegando tres
cuartos de hora tarde a la ceremonia, y la novia esperando a la puerta de la
iglesia, pues cerraban las barreras del tren en la pesa (su barrio) y tuvo que
dar la vuelta por Virgen de la
Peña a salir a Santa Lucía, al igual que todos los invitados,
al llegar a la iglesia le silbaban como a un torero en una mala faena, lo cual
le puso tan nervioso que al leer en la ceremonia le temblaban las piernas, y se
le movía la campana del pantalón como si lo llevara el viento.
En el Risco,
también trabajaba Marity, coincidió con otro cocinero llamado Antonio Luengo,
con el cual marcharon a Madrid, en septiembre del 80, cogiendo una cervecería
en la cual en otra época había trabajado Antonio. Se llamaba cervecería
Maxin’s; Allí también formó con los clientes una peña de fútbol que se llamaba la Peña Rompehuesos (lo cual se
explica conociéndolo a él), y los contrincantes se llamaban Peña Huesosduros.
El fútbol fue su única pasión frustrada, todo lo sacrificó por la cocina y la
hostelería en general.
El 11 de
Noviembre nació en Madrid, su hija Raquel, la cual cayó en la familia como una
fiesta nacional, ya que era la primera nieta por ambas partes.
Estando un día
en la cafetería, nos visitó un muchacho de Tudanca ( Domingo ), que estaba en la Escuela Superior de Hostelería
de Madrid y Jose Luis les dio recuerdos para sus ex profesores Garcés y
Centeno, lo cual hizo, y al día siguiente volvió con un recado de ellos de que
Manolo el del Hotel Altamira de Santillana del Mar, que estaba de profesor en la Escuela Santa Marta de
Santander, había pedido excedencia, que a Jose Luis le podía interesar la
plaza; lo cual hizo, llamó a la
Escuela presentándose y como se acordaban de él gratamente,
la plaza se la adjudicaron. Entonces el 30 de junio se cerró la cervecería y se
volvieron para Cabezón. Y en el mes de julio empezó a trabajar en el Club
Náutico de Laredo con Paco Santisteban, con el cual seguiría durante 20 veranos
con sus correspondientes fines de semana de los inviernos. En Octubre del 81,
empezó como profesor interino en Santa Marta. El 20 de marzo de 1982, nació su
segundo hijo, Jose Luis. Fue interino hasta el año 85, año en el que aprobó las
oposiciones con destino Sevilla, donde estuvo hasta el 89, año en el que salió
una vacante en Santander y pidió el traslado. Para entonces el Gobierno de
Cantabria les habían desalojado de Santa Marta y les llevaron provisionalmente
a la Residencia Marcano ,
mientras adaptaban Hostelería en el Instituto Cantabria situado en Candina.
Durante esos
cuatro años que estuvo en Sevilla, que casualmente el edificio era gemelo del
Instituto de Candina, hecho por el mismo arquitecto, trabajaba también los
fines de semana en el Restaurante Los Monos de Rafael Juliá, un catering
encargado de los grandes eventos como Congresos multitudinarios, Bodas, y
Banquetes a gran escala. Con dicho restaurante colaboró Jose Luis en la Boda del Duque de Huéscar,
hijo de la Duquesa
de Alba, en La Pizana.
En la Feria de Abril, trabajaba en
las casetas del Colegio de Farmacéuticos, la del Cambalache, y en todas las que
cuadraba, durante varios años.
El jefe de
cocina del Restaurante Los Monos, Pepe Lobo, con el cual le unía una gran
amistad, lo llamó para colaborar en la
Boda de La Infanta Elena
en marzo de 1995, a
la cual acudió muy agradecido por la confianza en su prestigio. Al regreso de la Boda , todos sus alumnos le
pedían explicaciones de tal evento, reuniéndoles a todos en un aula y dando
todo tipo de detalles dentro de su modestia. Fue todo un acontecimiento
periodístico en Cantabria, poniendo titulares como “el único cocinero cántabro
en la Boda de la Infanta ”. Todo a su pesar,
pues prefería pasar desapercibido.
En el año
1998, lo volvieron a llamar para la
Boda de Eugenia Martínez de Irujo y Francisco Rivera, a lo
cual accedió muy gustosamente, y muy agradecido de nuevo a Pepe Lobo y Rafael
Juliá. Aprovechando en estos viajes a Sevilla, con toda la familia, para
visitar a los innumerables amigos que allí tenía, para lo cual el tiempo
siempre era corto; pues disfrutaban mucho con sus antiguos alumnos Tano, Isa,
Diego, Mª Jesús, Zipi, Azcona, etc. Así como sus ex compañeros Jose Rivera y
esposa, con el cual también colaboró en la edición de unos libros de cocina.
Siempre decía
que se iba a jubilar de los trabajos fuera de la Escuela , en el año 2000,
pero le tentaron con el reto de sacar a flote El Restaurante del Campo de Golf
de Mataleñas, objetivo que cumplió con creces. Justo en el año 2000, cuando
dejó de trabajar en el Club Náutico de Laredo, fue cuando empezó en el Golf.
Adquiriendo un gran prestigio y renombre en todo Cantabria.
El 1 de
Octubre de 2005, fue padrino de la
Boda de su hija Raquel, en la cual preparó orgulloso sus
especialidades culinarias, como el escabeche de bonito, y langostinos, dejando
una buena sensación entre sus invitados. Fue un día muy especial para él y
todos sus amigos, que lo celebraron por todo lo alto.
Sintiéndose un
poco cansado, de que su mujer (su marido, como él la llamaba), le recriminase
la falta de descanso, se planteó dejarlo en el 2008, para lo cual se compró en
enero del 2007 un jeep Cherokee, para los fines de semana salir con los amigos
de excursión al monte. Justo cuando empezó a sentirse cansado y con fiebres muy
altas, sensación que él desconocía, lo cual le hizo pensar que estaba enfermo.
No fue hasta abril, que le diagnosticaron un cáncer linfático. Luchando contra
ello, perdió la batalla el día 30 de enero de 2008, dejando atrás todos los
proyectos personales que había pospuesto durante toda su vida para cuando se
jubilara, y sin llegar a conocer al nieto que viene en camino para mayo.
Su familia.
Su familia.
Hace
seis años, un 30 de enero nos dejaste y me gustaría que los que no
tuvieron la oportunidad de leer la poesía que te dedico el gran periodista
Santos Sánchez-Marin Pizarro puedan hacerlo ahora y comprendan mejor con estas
letras la gran persona que fuiste y el vacío que dejaste en todos nosotros.
SANTOS SANCHEZ-MARIN PIZARRO
Periodista, Amigo y Escritor
A José Luis, in memorian
Para orgullo de su familia
COMO VOY.............?
¿ Cómo voy a tener en el olvido
a un hombre tan completo?
¿Voy a hacer pedazos ese reto
de tenerlo cual mejor amigo?
Porque José Luis fue fiel testigo
de mi devoción por su persona,
por su seriedad y por sus bromas,
por el amor al oficio y por su entrega
a una Escuela de la que fué estratega
que ahora notas su ausencia, si te asomas.
Siento en el alma que generaciones
que estudien lo hostelero ya en su ausencia
hayan de perderse aquella esencia,
aquél feliz compendio de los dones
capaces de enseñar con excelencia.
¿ Por qué la muerte tiene la indecencia
de llevarse a los buenos, por cojones?.
Santos Sánchez-Marín
Carta escrita el año pasado con motivo del 5º
aniversario del fallecimiento de Jose Luis.
Hoy hace cinco años que
cambiaron muchas vidas, las de tus alumnos, tus compañeros, tus amigos y sobre
todo, las de tu familia; nuestros corazones se llenaron de tristeza y quedaron
con un vacío que NUNCA nadie podrá volver a llenar.
Viviste de manera discreta,
con la mayor humildad e intentando siempre pasar desapercibido, pero, muy a tu
pesar, nunca lo conseguiste, porque siempre fuiste muy grande, y siempre lo serás.
Dejaste una huella muy
profunda en todas las personas que tuvieron la suerte de cruzarse en tu camino,
y mucho mas aún, en los que tuvimos el privilegio de compartir la vida contigo.
Es muy raro, que una persona
a la que conocía tanta gente, no tenga ni un solo enemigo, es más, no existe
nadie que jamás dijera una sola palabra fea hacia ti. Eso sólo se explica de
una manera, eras un ángel al que le dejaron bajar a la tierra para hacernos a
todos un poco mejores, y como ángel que eres, es en el cielo donde te
corresponde estar. JAMÁS te olvidaremos papá, Te queremos !!!
Tus hijos.
Estos días se esta celebrando en
Madrid la feria internacional de turismo “Fitur”. Cuantos recuerdos, como
trabajaste desinteresadamente por la gastronomía de Cantabria, los productos,
los intereses de la región, siempre con una sonrisa aunque estuvieses trabajando
como un animal toda la semana. En ese espacio compartimos también buenos
momentos con José Luis. El destino quiso que nos dejase un Fitur de hace seis
años y los cocineros de Cantabria le dedicaron la siguiente carta.
Hoy los fogones de las cocinas cántabras están tristes, se nos ha ido
un compañero, un amigo, un maestro, José Luis González “cocinero” (Cabezón de
la Sal, 54 años).
Se marcha como vivió, en discreción, en silencio, sin hacerse notar,
pero estando muy presente. ¡Cuántos profesionales lo sentirán!, porque hoy son
cocineros gracias a sus clases magistrales y la ilusión que él les supo
trasmitir desde el puesto de docencia que desempeñaba en la Escuela de
Hostelería de Peñacastillo. Desde allí formó muchos profesionales que hoy
engrandecen, como él lo hizo, la cocina de Cantabria. Fue fundador y presidente
de la cofradía El Zapico.
También te echaremos en falta cuantos recurrimos a ti, para que nos
echases una mano en organizar concursos o eventos. Gracias. Tú, que siempre
estabas dispuesto. ¡Qué gran anfitrión supiste ser!, ¡cómo facilitabas todo lo
necesario! Nos sentíamos cómodos a tu lado. Estuviste como cocinero cántabro al
frente de tu equipo en tantos eventos que se organizaron en Cantabria o fuera
de ella, ofreciendo tus mejores artes, que eran muchas, por el engrandecimiento
de la profesión; como lo hiciste en el restaurante del club de golf Mataleñas.
Todos los que te conocimos recordamos tu estela, humana, discreta y de gran
profesional. Hoy, que seguro que estás en el Olimpo de los grandes, recibe el
mejor de los premios, el abrazo de tus compañeros de profesión.
Los
cocineros de Cantabria
31 DE ENERO DE 2008
31 DE ENERO DE 2008
En la siguiente carta,su gran
amigo Juanjo y sus compañeros de la cofradía gastronómica El Zapico rindieron homenaje a nuestro amigo José Luis.
Cofradía de la que fue socio
fundador y presidente y que en la actualidad sigue perteneciendo su mujer Marity.
El Zapico sigue trabajando duro en la divulgación
de la gastronomía de Cantabria, ayudando en la formación y colaborando en
eventos múltiples.
In memorian José Luis González
José
Luis González Sánchez falleció el miércoles a los 54 años de edad. Fue un gran
cocinero, nacido en Cabezón de la Sal, que llevo su magisterio por todo el
mundo, desde Bruselas a Pekín. Sus creaciones culinarias, incluso, llegaron a
la boda de la infanta Elena. Fue profesor de la Escuela de Hostelería del IES
Peñacastillo y responsable de los fogones del restaurante del Club de Golf de
Mataleñas. También cabe destacar que fue socio fundador y presidente de la
sociedad Gastronómica “El Zapico” estaba casado y era padre de dos hijos:
Querido José Luis: Te has ido como has
vivido, procurando no molestar a nadie, siempre dando y no pidiendo. Y a fuerza
de decirnos que estabas bien, nos lo habíamos creído. Sólo cuando ya estabas
vencido y no nos podías convencer, nos dimos cuenta de que nos equivocábamos
pensando que a un hombre como José Luis no le podía pasar nada malo. La muerte
no entiende de bondad.
Preferiste ser importante de verdad a
serlo mediáticamente y acababas siendo siempre el “hombre bueno” que mediaba
entre todos y ponía paz, aún a costa de cargar con más de un peso que no te
correspondía, lo cual, a decir verdad, tampoco te importaba.
Ya sabrás, José Luis, desde donde
estés, que has sido guía para muchos de nosotros y no sólo en los fogones.
Cuando nos asalten las dudas y ya no podamos contar con tu criterio ponderado,
pensaremos qué harías tú, y así permanecerás en nuestro corazón….Así nos
parecerá que aún estás aquí.
Nos
queda una tremenda sensación de orfandad, que no consuela el hecho de ser
compartida por tantos. Sólo el pensar en lo que tú dirías…, “no te preocupes,
que no pasa nada…”, nos conforta.
TÚ AMIGO JUANJO Y TODOS LOS DEL ZAPICO
FEBRERO DE 2008
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Santander 11 de febrero de 2014
Hoy me encuentro con fuerzas después del sexto aniversario de José Luis y quería dejaros esta carta que escribió nuestro compañero Roberto Sánchez y que define a la perfección quien era José Luis.
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Santander 11 de febrero de 2014
Hoy me encuentro con fuerzas después del sexto aniversario de José Luis y quería dejaros esta carta que escribió nuestro compañero Roberto Sánchez y que define a la perfección quien era José Luis.
“UNO DE LOS NUESTROS”
El mes de febrero ya empezó sin él,
un mes anormalmente largo, claro que teniendo en cuenta como era José Luis se
merecía ese día extra o quizás una vida extra. Los que le conocíamos sabíamos
que una simple pregunta bastaba para enamorarse de él, nunca dejaba a nadie
indiferente, después de una primera charla, podías pensar que era tu amigo, tu
compañero, tu profesor, tu maestro, o como era mi caso, mi ídolo. Es curioso
pero a veces buscamos un ídolo, ¿quién no los tiene? Y quien tiene la suerte
como yo, de haber trabajado con él.
Yo le conocí cuando los alumnos le
teníamos que llamar Don José Luis cada vez que pasaba, y como muestra de
respeto alzábamos la cabeza y nos poníamos de pie a su paso. Hablo del año 1982
cuando yo comencé a estudiar Cocina en la antigua Escuela Santa Marta.
Solamente un año antes, él había comenzado a dar clases.
En todos estos años todo ha
cambiado: el sistema educativo, los alumnos, los profesores, los restaurantes,
la cocina, ni qué decir del cambio sufrido. El único que no cambió D. José
Luis, él no cambió porque él era así, como siempre fue, casi perfecto, todo lo
hacía bien, con cariño. Siempre recordaré que fue él quien me recibió en la
cocina aquel día del mes de octubre del 81 y 20 años después, me recibió como
profesor y compañero en el IES Peñacastillo.
José Luis comenzó a dar clase en el
año 1981, fue alumno de la antigua Escuela de Hostelería de Santander “Santa
Marta” y acabó sus estudios en Madrid. A continuación, se puso a trabajar y fue
sembrando su camino de algo que, cada día, recolectó, AMIGOS. José Luis tenía
amigos en todas partes, amigos del alma, amigos para siempre, amigos para lo
que quieras, claro que, es fácil, con él, sí lo es.
En veintiséis años le ha dado tiempo
a formar a muchos profesionales que hoy pueden presumir de una estrella en la
guía más prestigiosa, es más, todos los jefes de cocina (de estos establecimientos)
menos uno, fueron sus alumnos, o mejor dicho, son sus alumnos.
Como empresario ¡que decir! Fue el
comandante Zapatista que “manda obedeciendo”. En su vida, como empresario,
siempre fue el primero. El primero para llegar, para trabajar, para unir, para
enseñar, para colaborar, para atender y sólo es el último para irse a su casa.
Quien se dedique a la hostelería en
Cantabria y no conozca a José Luis, o no
es de Cantabria o no se dedica a la Hostelería. La hostelería debe a José Luis
mucho tiempo, muchas horas, que resta cada día a su familia, a su tiempo libre
y que invirtió en colaborar con asociaciones, grupos de amigos, medios de
comunicación o cualquiera que se acerque a él con alguna necesidad de
respuestas.
Fue directivo de la cofradía Zapico y miembro fundador, participó en todas
las asociaciones de cocineros, colaboró con publicaciones, sus conocimientos se
difundieron por toda Cantabria y fuera
de ella. Participó en tantas ocasiones en FITUR que ni se recuerdan. Pero a
Madrid se deben unir ciudades como Sevilla, Mallorca o Barcelona, o países como
China, Italia, Alemania o Bélgica, lugares en los que promocionó la cultura
gastronómica cántabra. Yo que participé con él en algunas de las promociones,
siento que, él entiende estas como citas de una selección cántabra, la llamada
de nuestra Consejería era como la llamada de
Luis Aragonés a un debutante.
En estas citas siempre demostró
oficio, profesión, amor a la cocina y sobre todo entrega y servicio a
Cantabria.
Este año cuando todos teníamos los
nervios propios de la inauguración de FITUR, saltó la noticia, “José Luis había
fallecido”, justo cuando su feria comenzó, él acabó.
Después de un sufrimiento enorme, la
enfermedad acabó con él.
Durante aquellos días nuestro
Consejero de Turismo, Sr. Javier López Marcano, dijo que se “había ido uno de
los nuestros”. Hoy todavía no he podido olvidar aquello, fue hermoso aquel
gesto hacia José por parte de la Consejería de Turismo.
GRACIAS.
Creo que necesitaba vivir para seguir
haciendo buenas obras y servir de ejemplo a su nieto, al que no pudo conocer.
Después de todos estos días sin ti José, todo sigue. Nos dejaste tristes, sin
rumbo, huérfanos, sin referentes y sin tu cariño, pero algunos como yo, ya
hemos comenzado a recordar con añoranza los buenos y simpáticos momentos
vividos.
Roberto Sánchez Rodríguez
Estoy impresionada con el curriculum de Jose Luis, qué carrera!! es todo un ejemplo de lucha,trabajo y compañerismo. Ojala haga en la vida un tercio si quiera de lo que el hizo y la gente me recordara con todo el cariño y admiración con que le recuerdan a el:)
ResponderEliminarGrande "Moscu"! Siempre en el corazón.
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